Val Kilmer, un actor que supo hacer de todo...

Despertarme con la noticia del fallecimiento de Val Kilmer a sus 65 años me afectó más de lo que pensaba. Tengo pendientes tres críticas y hoy me toca mi primer película del BAFICI. Sin embargo, no me puedo sacar el tema de la cabeza. Por ende, estas improvisadas palabras sin editar.

Hay actores que marcan la vida de una persona y pareciera que sin darme cuenta, él entró en esa lista. Y, la verdad es que no sé por dónde empezar...

Quizás fue su Doc Holliday en Tombstone (1993, en Disney+), que no le temía a nada ni a nadie y que, aún sabiéndose muerto, seguía haciendo de las suyas.

O su Nick Rivers en Top Secret! (1984), de esas comedias que ya no se hacen y que siempre traen una carcajada acompañada en cada escena. Nadie va a poder escuchar "Are you lonesome tonight" o "Tutti Frutti" de la misma manera, y eso es gracias a Val.

Su Simon Temple en El Santo (1997) era tan versátil y multifacético que era imposible no sentirse atraído por semejante personalidad conflictuada.

Su Bruce Wayne en Batman Eternamente (1995, en Max) hizo aflorar esa hermosa dualidad y me hizo conocer uno de los superhéroes más icónicos (debo aclarar que a la versión de Keaton la conocí más adelante).

Saber compartir ensamble con Pacino y De Niro en Fuego contra Fuego (1995, en Disney+) no fue fácil y él siempre estuvo a la altura.

Y su Iceman en las dos de Top Gun (1986 y 2022, respectivamente, en Prime Video) inmortalizaron a un cuasi engreído antagonista que se ganó la amistad del Maverick de Tom Cruise.

Sé que estoy omitiendo un montón de otras joyas dentro de su filmografía como The Doors (1991), El Príncipe de Egipto (1998), Entre Besos y Tiros (2005), Garras (1996). Pero no quería dejar de expresar mi admiración a un actor versátil, arriesgado y resiliente hasta el final.

Gracias, Val, por ser un artista que no voy a olvidar jamás.